miércoles, 24 de agosto de 2011

Silvina Escudero y la banalización de la obesidad

Silvina Escudero, gorda por un día, en Cuestión de Peso Foto: Prensa Endemol
Silvina Escudero se convirtió en “gorda por un día” en el programa Cuestión de Peso. Con un traje especial que aumentaba su volumen y su peso, la vedette realizó una serie de actividades físicas: pasear a su perro, hacer una clase de baile, intentar sentarse en la silla de un bar, tratar de pasar por un molinete. Obviamente, todo le costó muchísimo más que con su “silueta” habitual.
Luego de pasar el tape con el “sufrimiento” que tuvo que vivir Escudero, volvieron al piso y la conductoraClaribel Medina entrevistó a la vedette todavía caracterizada como “gorda” y siguieron haciendo un detalle pormenorizado de todo lo que tuvo que “soportar”.
¿Cuál es la utilidad? ¿A quién le cuenta Silvina Escudero su “sufrimiento”? ¿A los participantes del programa? Ellos no lo necesitan; lo viven a diario. ¿A los espectadores? No tiene ningún valor extra que quien lo cuente sea Silvina Escudero, habiendo tantas personas que realmente sufren esto todos los días. Con frases como “es terrible esta enfermedad”, “me sentía torpe”, “no me sentía sexy” esta teatralización estuvo peligrosamente cerca de banalizar el sufrimiento de los verdaderos obesos

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